Solo hay una cosa más jodida que tener cáncer a los dieciséis años, y es tener un hijo con cáncer.
Me da miedo el olvido. Lo temo como el ciego al que le da miedo la oscuridad.
Me gusta mirar a las personas guapas, y hace un tiempo decidí no privarme de los sencillos placeres de la vida.
Algunas veces el osteosarcoma se te lleva una extremidad para probarte. Si le gustas, se lleva el resto.
El hogar está donde el corazón.
Es difícil encontrar buenos amigos, e imposible olvidarlos.
En los días más oscuros el Señor te pone en el camino a las mejores personas.
Me pregunté si los corredores de vallas pensaban alguna vez que irían más rápido si quitaran las vallas.
Siempre me han gustado las personas con dos nombres, porque tienes que decidir cómo las llamas.
A veces la gente no es consciente de lo que está prometiendo.
— ¿Te sientes mejor?—le preguntó.
— No —murmuró Isaac jadeando.
— Es lo que pasa con el dolor —dijo Augustus. Volvió la mirada hacia mí y añadió—: Hay que sentirlo.
No se inmortaliza a los seres vivos escribiendo sobre ellos. El lenguaje entierra, pero no resucita.
La lección más importante de todas: por mucho impulso que des, por muy alto que llegues, no puedes dar una vuelta entera.
Lo curiosos de las casas es que casi siembre parece que dentro no está pasando nada, aunque encierran la mayor parte de nuestra vida.
Me diste un para siempre dentro de días numerados.
La contemporaneidad se especializa en batallas en las que nadie pierde nada de valor, excepto seguramente su vida.
— La gente se acostumbra a la belleza.
— Pues yo todavía no me he acostumbrado a ti.
El sol era como un niño pequeño que se niega a irse a la cama.
El mundo no es una fábrica de conceder deseos.
Creo que en este mundo tienes que elegir cómo cuentas las historias tristes...
No todos podemos ser tan increíbles como tú.
Estoy en una montaña rusa que no hace más que subir.
Pensaba que ser adulto significaba saber lo que crees, pero esa no ha sido mi experiencia.
Hay infinitos más grandes que otros infinitos.
Te llegan todos esos amigos justo cuando ya no necesitas amigos.
El dolor es como una tela: cuanto más fuerte es, más valor tiene.
Los sueños que se hacen realidad nunca sacian la voraz ambición humana, porque siempre pensamos que podríamos volver a hacerlo todo mejor.
Los verdaderos héroes no son los que hacen cosas. Los verdaderos héroes son lo que OBSERVAN las cosas, los que les prestan atención.
Es preciosa. No te cansas de mirarla. No tienes que preocuparte de si es más inteligente que tú, porque sabes que lo es. Es divertida sin pretenderlo siquiera. La quiero.
No puedes elegir si van a hacerte daño en este mundo, pero sí eliges quién te lo hace.
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