miércoles, 28 de octubre de 2015

Todos mis futuros son contigo

Lo extraordinario, hoy y cualquier día, puede suceder.

Contaremos juntos que el amor
es el único deporte en el que hay que empatar.

Seremos tan imprudentes como el amor nos exija.

Un curso intensivo donde expliquen
el número de abrazos que caben en un coche.

La felicidad también es un lugar. Somos nosotros.

Lo importante era que en algún punto,
aunque fuera breve,
ella y yo nos encontrábamos.

Ella me está llevando vida adentro, para descubrir que uno más uno puede ser un millón de tardes nuevas.


Si fueras el tiempo
serías el instante
donde quiero quedarme a vivir.

Eres la forma más bella
de acabar un fracaso.

Sé que la quiero porque cuando me dicen que alija dos mujeres la elijo dos veces a ella.

Ninguna tristeza me puede detener
desde que tengo tu risa de ventaja.

Si no me desordena la sangre pero pone en pie el resto de mi vida, si no besa como si lo fueran a prohibir no me sirve.

También he comprendido que la belleza se gasta de mirarla pero la admiración por lo bello perdura más allá de una mirada.

Que tocarte es dar de baja la tristeza
y vivir sin ti un trampolín hacia la nada.

Por eso la quiero a ella,
porque todos sus semáforos están en verde
y, eso es mucho para alguien
que ha visto pasar su vida en rojo.

No hay manera, hay que aceptarlo,
es imposible salvar a los domingos de la literatura.

Y es sólo eso, que hay amores que es mejor terminarlos antes de que acaben contigo.

No me gustan los caminos rectos si no son hasta su boca.

El mensaje de amor que nunca llega
es el que más veces se lee.

Un beso que cierre de golpe la soledad,
que se apoye sobre la herida.

Nada deja peor sabor de boca
que las cosas que nunca llegas a probar.

La miré y supe que sería inalcanzable. Le dije una sola frase: sé que mi próxima cicatriz llevará tu nombre.

Lo malo no son las sombras,
sino perder de vista la importancia de la luz.

Que la poesía es un arma cargado de futuro
y los poemas los sicarios a sueldo del amor.

Los sueños a veces no son más que un atajo de borrachos que dicen la verdad pero nunca la cumplen.

Los celos también ayudan a mantener el fuego vivo,
pero hacen que ese fuego a veces sea cruzado.

El amor es ese deporte en el que sin saber andar nos echamos a correr.

Que tu corazón pide guerra
porque tú no estás hecho para besar la paz de los cuerdos.
www.marwanweb.com

Que las verdades a las tres de la mañana
son, a veces, las mentiras del amanecer.

Síguelos a ellos, a los que piensan que sólo el amor
puede hacer que lo imposible se vuelva a repetir.

Y recuerda que no hay peor amor
que el que no se da por miedo a que te dañen.

Porque él, cuando tocaba a las demás, la acariciaba a ella,
porque ella, en el borde de otros labios, sólo esperaba tu saliva.

¿Cómo fuiste tan tonto de creer
que unos gramos de deseo podrían tapar
cien mil toneladas de recuerdo?

Si quisieras sentirte lleno tendrías que empezar por nadar en tus vacíos.

Que yo sé que la vida se tiene reservados
cien veranos a la vuelta de la esquina,
canciones de ruptura que no hablarán de ti,
noches que durarán un año.

Que yo sé que sólo te hace falta conocerte
y perdonarte no haberte conocido mejor
cuando te culpabas por todo.

Personas que te obligan a hacerte pequeño
para que puedas estar a su altura.


jueves, 7 de mayo de 2015

El tesoro escondido (reflexiones)

El tesoro escondidoEl rabino Isaac tenía un sueño recurrente en el que una voz le ordenaba que viajase a la lejana Praga y que, una vez allí, empezara a cavar debajo del puente que conduce al Palacio Real hasta encontrar un tesoro. Como pasaban los meses y el sueño persistía, al final decidió hacer el largo viaje para comprobar qué había de verdad en esa revelación.

Cuando llegó a su destino, constató desolado que el puente era constantemente vigilado por dos soldados. Así que cada día, desde la distancia, se pasaba un buen rato observándoles. Ese gesto no pasó inadvertido al capitán de la guardia que, cuando lo vio llegar una mañana más, se acercó a él para averiguar el motivo de su presencia allí. El rabino, superando sus recelos, decidió contarle el sueño. El capitán se echó a reír y, a su vez, le confesó al venerable rabino: "¿Sabe usted que si yo hiciera caso de mis sueños estaría buscando por Polonia a un tal Isaac, hijo de Ezequiel, que según mis sueños tiene un tesoro escondido en un rincón de su cocina?". El rabino quedó impresionado y rápidamente regresó a Polonia. Cavó con entusiasmo en su cocina y encontró el tesoro. Y es que, a veces, recorremos un largo camino en busca de la felicidad cuando realmente está muy cerca de nosotros, en nuestro interior.


El árbol de los problemas (reflexiones)



Un carpintero había estado todo el día trabajando en una vieja granja. La jornada ya empezó mal, porque ser rompió la sierra eléctrica tuvo que repararla, lo cual le hizo perder más de una hora. Pero cuando se disponía a regresar a su casa, se encontró con otro imprevisto: el motor de su furgoneta se negaba a arrancar.

El hombre estaba tan angustiado, que el granjero decidió acompañarlo con su propio coche. Cuando llegaron, el carpintero le dijo que entrase en casa para conocer a su familia y tomarse algo. Antes de abrir la puerta, el carpintero hizo un extraño gesto que llamó la atención de su acompañante. Tocó con la punta de los dedos las ramas de su jardín y, de golpe, su rostro cambió. Toda sombra de preocupación se disipó y, en su lugar, brilló una sonrisa con la que saludó a sus hijitos y besó a su esposa.

Antes de regresar a su hogar, el granjero, lleno de curiosidad, le preguntó al carpintero el porqué de su raro comportamiento. El hombre le respondió: "Éste es mí árbol de los problemas en el que cada noche, al volver a casa , los cuelgo para que no afecten a mi familia. Lo mas curioso es que, al día siguiente, parece que ya no hay tantos como a noche anterior".


El caballo y el asno (reflexiones)



Un hombre había emprendido un largo viaje en compañía de su caballo y de su asno. Mientras el caballo avanzaba ligero con el amo a cuestas, el asno apenas podía seguirles el paso porque le había tocado llevar toda la carga sobre su lomo. El pobre animal aguantó sin quejarse más de la mitad del camino, por pedregales y zonas desérticas y bajo un sol de justicia. Sin embargo, hubo un momento en el que las fuerzas le fallaron y no pudo más.

El asno se paró y le suplicó al caballo: "Amigo, ayúdame. Por lo que más quieras, lleva tú una parte de esta pesada carga". Pero el soberbio equino ni se dignó escuchar a su compañero de viaje y siguió adelante como si nada, Unos metros más allá, el asno cayó al suelo extenuado, casi sin respiración, y falleció a los pocos segundos. El dueño, enojado por aquel contratiempo, puso toda la carga sobre el caballo incluida la piel del asno, que desolló allí mismo, y montó para continuar su viaje. El caballo, lleno de rabia, comentó: Qué mala suerte tengo! Por no querer ayudar a mi amigo el asno ahora me toca llevar toda la carga a solo".

Siempre hay que tender la mano a quienes piden ayuda. De no hacerlo así , el problema puede acabar siendo nuestro.


jueves, 19 de marzo de 2015

El globo (reflexiones)

Hacía días que había llegado a la feria del pueblo un vendedor de globos que siempre tenía clientes alrededor, porque sabía como atraer su atención. Un niño negro, que se pasaba las horas muertas delante de él, vio cómo soltaba un globo rojo que todos los presentes contemplaron mientras ascendía lentamente y se perdía por detrás del campanario de la iglesia. Aprovechando la expectación que se había creado, fue soltando, uno tras otro, un globo azul, después uno verde, más tarde uno amarillo y uno lila, otro blanco...
Todos remontaron el vuelo como había hecho el rojo y, empujados por una suave corriente de aire, se hicieron cada vez más y más pequeños, arrastrando tras de sí la mirada ilusionada de grandes y pequeños.

Mientras los demás miraban al cielo, el niño negro no perdía de vista un globo negro que el vendedor aún sujetaba en su mano. Tras armarse de valor, se acercó y le preguntó: "Señor, si soltara el globo negro, ¿subiría ta alto como los demás?". Entonces, el vendedor, entendiendo lo que en realidad quería preguntarle el niño, soltó el globo y le respondió: "No es el color lo que lo hace subir, hijo". Es lo que hay dentro. Porque, a pesar de las diferencias externas, por dentro somos todos iguales.

martes, 10 de marzo de 2015

El manzano (reflexiones)



Hace muchos años, había un manzano y un niño que lo adoraba y pasaba todos los días jugando alrededor de él. El pequeño creció y nunca jamás volvió a ser su compañero de juegos, Un día, regreso ya hecho u muchacho y el árbol le dijo: "¿Juegas conmigo?". Pero éste le respondió: "Ya no soy el niño de antes, lo que ahora quiero son juguetes y no tengo dinero para comprarlos". "Te sugiero que cojas todas mis manzanas y las vendas", le contestó el árbol. Pero, tras hacer eso, se marchó dejándolo solo otra vez.

Transcurrieron una años hasta que, ya hecho un hombre, volvió bajo su sombra protectora. "¿Vienes a jugar conmigo?", le preguntó el manzano. "No tengo tiempo, he de trabajar para mantener a mi familia. Necesito una casa. ¿Puedes ayudarme?". Y éste le respondió: "Coge mi madera y constrúyela". Y así lo hizo. Pasaron muchos, muchos años, sin que el manzano supiese nada y un día se acercó un anciano con bastón que era su amigo. El árbol le dijo: "No tengo nada que ofrecerte, pero puedes apoyarte en mi seco tronco para descansar".

Ésta podría ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres, que a lo largo de la vida nos lo dan todo y nos apoyan siempre sin pedir nada a cambio.

lunes, 16 de febrero de 2015

El corredor del laberinto



A veces no nos fijamos en las cosas que no creemos que pasen o que puedan llegar a pasar.

Olvidarme de ti ha sido la peor parte.

Por primera vez, la vio sonreír y casi tuvo que apartar la vista, como si algo tan bonito no pudiera pertenecer a un sitio tan gris y apagado, como si no tuviera derecho a mirar su expresión.