martes, 10 de marzo de 2015

El manzano (reflexiones)



Hace muchos años, había un manzano y un niño que lo adoraba y pasaba todos los días jugando alrededor de él. El pequeño creció y nunca jamás volvió a ser su compañero de juegos, Un día, regreso ya hecho u muchacho y el árbol le dijo: "¿Juegas conmigo?". Pero éste le respondió: "Ya no soy el niño de antes, lo que ahora quiero son juguetes y no tengo dinero para comprarlos". "Te sugiero que cojas todas mis manzanas y las vendas", le contestó el árbol. Pero, tras hacer eso, se marchó dejándolo solo otra vez.

Transcurrieron una años hasta que, ya hecho un hombre, volvió bajo su sombra protectora. "¿Vienes a jugar conmigo?", le preguntó el manzano. "No tengo tiempo, he de trabajar para mantener a mi familia. Necesito una casa. ¿Puedes ayudarme?". Y éste le respondió: "Coge mi madera y constrúyela". Y así lo hizo. Pasaron muchos, muchos años, sin que el manzano supiese nada y un día se acercó un anciano con bastón que era su amigo. El árbol le dijo: "No tengo nada que ofrecerte, pero puedes apoyarte en mi seco tronco para descansar".

Ésta podría ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres, que a lo largo de la vida nos lo dan todo y nos apoyan siempre sin pedir nada a cambio.

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