Es estúpido echar algo de menos cuando hay tantas personas a las que echar de menos.
Me pregunto si los miedos se superan alguna vez, o si simplemente pierden su poder sobre nosotros.
Si somos bastante constantes, con el tiempo, hasta las gotitas de agua pueden cambiar la roca para siempre. Y nunca volverá a ser como antes.
Distintas costumbres, distintos temperamentos, distintas formas de ver el mundo.
Por muy lista que sea, la gente suele ver lo que quiere ver, nada más.
Sabía que, cuando controlas la información o la manipulas, no necesitas tener a la gente esclavizada, sino que se quedan donde están por voluntad propia.
Supongo que un fuego que arde con tanta fuerza no puede durar.
A lo mejor con las personas pasa como con la piel de las manos: que se endurecen después de sufrir mucho dolor.
— A veces la vida es un asco, pero ¿sabes por qué la aguanto? Por lo momentos que no son un asco. El truco e fijase en ellos cuando aparecen.
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